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Orense.





La etapa de ayer fue dura y para hoy daban lluvia, así que decidimos pasar el día en Ourense. Reconozco que la sensación de rareza no me abandonó en todo el día, ya que del camino no puedes irte como si tal cosa. Por la mañana, después de salir del albergue, fuimos a arreglar cada uno sus asuntos: buscar una Caixa, arreglar unos pantalones, comprar unas lentillas, buscar una riñónera,... Y también buscar alojamiento en la ciudad. Llovía a ratos, con lo que, por primera vez en tres años de camino, tuve que protegerme a mi y a la mochila del agua.


Una chica nos pregunta si andábamos buscando algo. Le dijimos que un hotel por el centro, y va y nos consigue un apartamento en pleno centro, al lado de la catedral, por 17'50€ cada uno. Excelente suerte la nuestra!


Con el tema del piso resuelto, callejeamos por la parte antigua de la ciudad.


Por la tarde, acompañamos a David y a Diana a las burgas subidos en el trenecito. Las burgas son sitios de aguas termales, pero nosotros preferimos volvernos y seguir paseando por la ciudad.


A esa hora, la calle estaba a rebosar de gente. En el portal que se ve a Sergio, estaba nuestro apartamento.


Era el cumpleaños de Diana, y teníamos que celebrarlo como se merecía, y vaya si lo hicimos. Dejo las imágenes. Sólo decir que nos acostamos a la 1.30 y nos levantamos a las 7 para volver al camino.



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