Ir al contenido principal

A Gudiña-Campobecerros-20 km





Las guías están hechas para súper peregrinos, que los hay, pero no es nuestro caso. Si podemos hacer 20 no hacemos 34, como indica la guía Eroski, llena de información útil, pero con excesivo kilometraje, para mi entender. En Campobecerros puedes pasar un día peregrino ideal: hay hostal y, cuando se llena, te derivan a una casa del pueblo habilitada como albergue, con una distribución y decoración propia de una casa antigua de pueblo que a Marco, a Sergio y a mi, nos trajeron recuerdos antiguos.
Sergio y yo nos quedamos en el Hostal Núñez, con precios excelentes porque también tiene bar-restaurante, limpio y cómodo, y que valoramos como se valora todo lo bueno del camino, muy por encima de lo que sería en una situación normal.
Pero empecemos por el principio: salimos del sucio albergue de A Gudiña pasadas las 7.30, y paramos a desayunar en el bar El Peregrino. Café con leche, tostadas con mermelada y mantequilla, botella grande de agua y bocadillo de mortadela para el camino. Todo, 7 €.
Comenzamos un suave ascenso por carretera y al poco rato teníamos a nuestros pies A Gudiña.
De hecho, casi todo el camino fue por una carretera con escaso tráfico, por donde transcurrió la mayor parte de la etapa y que, como siempre en el camino, nos deparó las anécdotas que luego te llevas en el recuerdo.


Paramos en algún momento a descansar, a ver el paisaje, a renovar energías...


Así llegamos hasta una empinada pendiente en bajada de tierra y piedra suelta, al final de la cual se divisaba el pueblo de Campobecerros. Al lado del pueblo la barbaridad, la herida que le está inflingiendo las obras del AVE a la naturaleza. Si se mira bien, a la derecha de la obra se ve el pueblo, encogido ante tamaña barbarie.



En Campobecerros no hay albergue oficial. Habíamos reservado en el hostal Núñez, lo que estuvo bien a la hora de descansar un día de mejor manera. Este hostal contaba con bar y restaurante, y como viene siendo habitual en estos días, comimos de lujo para yo, dormir siesta; Sergio, dar una vuelta por el pueblo. Antes, tuvimos que desalojar a un pajarito que se coló en la habitación.


Después de la siesta, Sergio me sirvió de guía para visitar el pueblo. Es pequeño, pero da bastante de sí.


Visitamos la casa particular que hace de albergue auxiliar cuando se llena el hostal. No tiene desperdicio. Es un sitio de los que sólo te encuentras en el camino o en casa de tu abuela. 


Por la noche, cervecitas y máxihamburguesa.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Animo, Santiago si avvicina. Poco calor, nada lluvia, es ideal por el caminante. Un abrazo
GIUBA

Entradas populares de este blog

Zafra-Vilafranca del los Barros (20 kms.)

No recuerdo si les había comentado que habíamos quedado para salir del hotel a las 5.30 con nuestros amigos, así que a esa hora ya estábamos en el comedor del hotel, donde su dueño nos preparó un café con leche tempranero que no saben cómo se agradece. Olvidé decir que ayer cogimos un hotel porque la junta del Extremadura, de la que dependen los albergues públicos, lo cierra los lunes y martes. El hotel se llama Las Palmeras y está en el centro de Zafra, en una esquina del la Plaza Mayor. Recomendable si alguna vez pasan por allí. Salimos a la hora prevista y abandonamos el pueblo de Zafra ascendiendo por una cuesta de  cemento que puso a nuestros pies el pueblo de Los Santos de Maimona justo cuando empezaba a amanecer. Lo atravesamos en silencio a aquellas horas y sin habernos dado cuenta ya teníamos andados casi 7 kms. Ha sido la de hoy una etapa paseo para mis compañeros, porque físicamente nos encontramos fuertes y bien, pero en ese momento se reprodujo el dolor de ayer en el mu

Vilafranca de los Barros-Torremejía

Hoy nos hemos saltado la etapa. Pensamos que iba a ser lo mejor dado que Inma estaba sin fuerzas por los problemas de estómago que tuvo ayer, y a mi me sigue doliendo el muslo, pese a que lo tengo menos inflamado. Creo que fue una decisión acertada aunque difícil del tomar. Tanto que estuve a punto del salir a las 4.30 con los gallegos. Me levanté a las 4 y me vendé el muslo por encima de la rodilla, pero seguía con molestias. Me esperaban 27 kms. sin pueblo alguno por medio y temí poner en peligro no sólo mi etapa, sino también la de mis amigos, por eso tomé la decisión dura de saltarme la etapa. Hoy llegará Peter a Sevilla y mañana nos encontraremos en Mérida. Espero que hayan pasado para entonces mis problemas musculares. Sé que Inma sí se recuperará, porque es un mal del estómago pasajero. Lo mío quizá sea más complicado. Sigo tomando voltarén y con el muslo vendado. Quiero seguir a toda costa, así que espero que la suerte y la salud nos acompañe.

Caminha-Oia (23,5 km)

Salimos del horrible albergue de Caminha a las 7.30, y caminamos cerca del río hasta el embarcadero donde se cogen los barcos taxi que se llenan con 6 personas y te trasladan, por 6 euros, hasta Galicia. Allí empieza la primera etapa en España del Camino Portugués.  Sr trataba de una especie denplaneadora que iba a toda leche sobre el agua. Apenas duró 5 minutos el viaje y fue muy divertido porque no hubo tiempo para marear siquiera. El patrón nos recomendó seguir por una variante no señalada algo más larga, pero que iba pegada al mar. Resultó espectacular, porque ya yo echaba de menos el mar. Y así, bordeando la ría por un paisaje hipnótico, entramos en A Guarda, donde es la tercera vez que estoy: la primera hace muchos años, con Sergio. Tengo preciosos recuerdos de esa vez... La segunda vez, con Carlos, en un viaje que hicimos juntos a Vigo. Lo llev