Ir al contenido principal

Salamanca-La calzada de Valdunciel (17km)

Dormimos hasta las 6 de la mañana. Había estado lloviendo la noche anterior y Enriqueta argumentó, con buen criterio, que por la mañana estaría fresco, además de ser una etapa corta. Tuvo razón.
Salimos, de día ya, del albergue juvenil Salamanca, y después de tomar en la misma habitación, algo rápido, nos despedimos con pena de Giuliano: Suerte siempre, querido amigo!!! Buen viaje de regreso a Italia!!!

El camino pasa, como todo en Salamanca, por medio de su plaza mayor, que a esas horas nos presenta una perspectiva diferente,pero no menos atractiva. Seguimos adelante por la calle Zamora, adentrándose el camino por una zona industrial, nada atractiva para nosotros, de la que no me molesto en obtener foto. Casi sin darnos cuenta, llegamos al primer pueblo de esta etapa, en donde todo estaba cerrado. Continuamos por una cómoda pista de tierra rodeada de trigales, hasta el segundo, de nombre Castellanos de Villiquera. Allí tuvimos más suerte y pudimos tomar un café con leche "oscurito, por favor". Y sin mucho más para contar, entramos a La Calzada de Valdunciel. El pueblo no cuenta con ningún atractivo y es aburrido. Sin embargo tiene una plaza de iglesia con un bar, más allá una tienda de comestibles y, ya en la salida, dos restautantes. El albergue puede estar mejor, pero no está mal: una habitación con 4 literas, un salón con dos sofás y varias sillas, una pequeña cocina con microondas y sin cocinilla ni nevera, dos baños sin lavaderos, un patio de atrás con tendederos y otro delante con dos mesas de piedra. El albergue se llenó de curiosos personajes: un señor alemán de unos 70 años, un chico italiano, Marco, que decía llevar dos años caminando con una mochila que pesaba 25kms kg, una holandesa, dos chicos más jóvenes italianos, un hombre español y una chica alemana. El señor alemán y Marco durmieron bajo el pórtico de la iglesia, y los dos chicos italianos colgaron hamacas en el patio, aunque pueden usar el salón y las mantas de sobra para instalarse más cómodos. La amena conversación con todos ellos nos hizo más ameno el día. Almorzamos en uno de los dos restaurantes y luego descanso con siesta corta, sesión de masaje de pies muuuuyyyy cansados con bálsamo del tigre (gracias Sera), y paseo por el pueblo. Las esculturas que ven son de don Ángel González, un escultor del pueblo que nos invitó a entrar en su casa para mostrarnos su obra. Así, un día que prometía aburrimiento, resultó entretenido cuando menos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Zafra-Vilafranca del los Barros (20 kms.)

No recuerdo si les había comentado que habíamos quedado para salir del hotel a las 5.30 con nuestros amigos, así que a esa hora ya estábamos en el comedor del hotel, donde su dueño nos preparó un café con leche tempranero que no saben cómo se agradece. Olvidé decir que ayer cogimos un hotel porque la junta del Extremadura, de la que dependen los albergues públicos, lo cierra los lunes y martes. El hotel se llama Las Palmeras y está en el centro de Zafra, en una esquina del la Plaza Mayor. Recomendable si alguna vez pasan por allí. Salimos a la hora prevista y abandonamos el pueblo de Zafra ascendiendo por una cuesta de  cemento que puso a nuestros pies el pueblo de Los Santos de Maimona justo cuando empezaba a amanecer. Lo atravesamos en silencio a aquellas horas y sin habernos dado cuenta ya teníamos andados casi 7 kms. Ha sido la de hoy una etapa paseo para mis compañeros, porque físicamente nos encontramos fuertes y bien, pero en ese momento se reprodujo el dolor de ayer en el mu

Vilafranca de los Barros-Torremejía

Hoy nos hemos saltado la etapa. Pensamos que iba a ser lo mejor dado que Inma estaba sin fuerzas por los problemas de estómago que tuvo ayer, y a mi me sigue doliendo el muslo, pese a que lo tengo menos inflamado. Creo que fue una decisión acertada aunque difícil del tomar. Tanto que estuve a punto del salir a las 4.30 con los gallegos. Me levanté a las 4 y me vendé el muslo por encima de la rodilla, pero seguía con molestias. Me esperaban 27 kms. sin pueblo alguno por medio y temí poner en peligro no sólo mi etapa, sino también la de mis amigos, por eso tomé la decisión dura de saltarme la etapa. Hoy llegará Peter a Sevilla y mañana nos encontraremos en Mérida. Espero que hayan pasado para entonces mis problemas musculares. Sé que Inma sí se recuperará, porque es un mal del estómago pasajero. Lo mío quizá sea más complicado. Sigo tomando voltarén y con el muslo vendado. Quiero seguir a toda costa, así que espero que la suerte y la salud nos acompañe.

Caminha-Oia (23,5 km)

Salimos del horrible albergue de Caminha a las 7.30, y caminamos cerca del río hasta el embarcadero donde se cogen los barcos taxi que se llenan con 6 personas y te trasladan, por 6 euros, hasta Galicia. Allí empieza la primera etapa en España del Camino Portugués.  Sr trataba de una especie denplaneadora que iba a toda leche sobre el agua. Apenas duró 5 minutos el viaje y fue muy divertido porque no hubo tiempo para marear siquiera. El patrón nos recomendó seguir por una variante no señalada algo más larga, pero que iba pegada al mar. Resultó espectacular, porque ya yo echaba de menos el mar. Y así, bordeando la ría por un paisaje hipnótico, entramos en A Guarda, donde es la tercera vez que estoy: la primera hace muchos años, con Sergio. Tengo preciosos recuerdos de esa vez... La segunda vez, con Carlos, en un viaje que hicimos juntos a Vigo. Lo llev