Porca miseria, Giuliano camina su última etapa! Amigo, te echaremos de menos mucho!
Día duro, como viene siendo habitual en La Plata. Hoy nos permitimos una hora de sueño de más, ya que "únicamente" era una etapa de 18 kms, que al final fueron 20km. La salida de Morille transcurre por una carretera de tierra ascendente, que te adentra en una dehesa una vez más, para acabar saliendo a un trigal amarillo perdido en el horizonte. Enseguida vimos en la lejanía las torres de las catedrales de Salamanca, cosa que la cámara no pudo captar. Seguíamos avanzando por los mares de cereal. No sé los demás, pero yo sentía el peso de las piernas cargadas de kilómetros. Entramos a la ciudad de Salamanca por el puente romano sobre el río Tormes. El Lazarillo y el ciego, su primer amo, estaban esperando al final del mismo, igual que el toro de piedra que usó el ciego para abrirle los ojos a su duro destino de pobre y solo que lo avocaría sin remedio a tener que valerse por sí mismo echando mano de todo su ingenio. Una vez en la ciudad, y después de refrescar la reseca garganta con una cañita, fuimos al Albergue juvenil Salamanca, muy céntrico. Lo bueno: Habitación espaciosa de 10 literas con buenos colchones y sábanas limpias, para nosotros solos, wifi, lavadora, máquinas de agua y refrescos. Lo malo: no hay donde secar la ropa, no hay fregadero, los baños, regular. Nos ingeniamos con cuerdas una tendedero improvisado que soluciona el problema de la ropa. Aquí nos quedaremos dos días a razón de 11.50€ por día. Descansaremos, despediremos a Giuliano que se va mañana y esperaremos a Mercedes, que ser une hoy al equipo: bienvenida, amiga! El organizado Serafín tiene una guía de la ciudad en el móvil. Pasamos la última parte de la tarde visitando esta ciudad que evidencia mi pobreza en adjetivos. Como las imágenes valen más que las palabras...
No recuerdo si les había comentado que habíamos quedado para salir del hotel a las 5.30 con nuestros amigos, así que a esa hora ya estábamos en el comedor del hotel, donde su dueño nos preparó un café con leche tempranero que no saben cómo se agradece. Olvidé decir que ayer cogimos un hotel porque la junta del Extremadura, de la que dependen los albergues públicos, lo cierra los lunes y martes. El hotel se llama Las Palmeras y está en el centro de Zafra, en una esquina del la Plaza Mayor. Recomendable si alguna vez pasan por allí. Salimos a la hora prevista y abandonamos el pueblo de Zafra ascendiendo por una cuesta de cemento que puso a nuestros pies el pueblo de Los Santos de Maimona justo cuando empezaba a amanecer. Lo atravesamos en silencio a aquellas horas y sin habernos dado cuenta ya teníamos andados casi 7 kms. Ha sido la de hoy una etapa paseo para mis compañeros, porque físicamente nos encontramos fuertes y bien, pero en ese momento se reprodujo el dolor de ayer en el mu
Comentarios
Por lo que veo se sigue con dieta italiana. Qué vaya por Giuliano en su último día/noche. Por si llego a tiempo, un hasta luego y un abrazo de mi parte.
A vosotros que sigáis disfrutando.