Una de las peores sensaciones del camino es oír muy temprano levantarse a tus compañeros para caminar y tú quedarte en la cama por no poder hacerlo. Es por eso que dormí con tapones y puse la toalla a modo de cortina. Al despertar sólo estábamos Mer, Jonathan y yo.
Jonathan se fue sobre las 8.30, solo. Mer y yo no sabíamos qué hacer: descansar en Salamanca; ir a Orense para pasar unos días; coger bus a Puebla de Sanabria... Nos decidimos por lo último, pero se nos escapó la guagua. Mer dio con la clave: nos vamos a Zamora y te ve un fisio!
No recuerdo si les había comentado que habíamos quedado para salir del hotel a las 5.30 con nuestros amigos, así que a esa hora ya estábamos en el comedor del hotel, donde su dueño nos preparó un café con leche tempranero que no saben cómo se agradece. Olvidé decir que ayer cogimos un hotel porque la junta del Extremadura, de la que dependen los albergues públicos, lo cierra los lunes y martes. El hotel se llama Las Palmeras y está en el centro de Zafra, en una esquina del la Plaza Mayor. Recomendable si alguna vez pasan por allí. Salimos a la hora prevista y abandonamos el pueblo de Zafra ascendiendo por una cuesta de cemento que puso a nuestros pies el pueblo de Los Santos de Maimona justo cuando empezaba a amanecer. Lo atravesamos en silencio a aquellas horas y sin habernos dado cuenta ya teníamos andados casi 7 kms. Ha sido la de hoy una etapa paseo para mis compañeros, porque físicamente nos encontramos fuertes y bien, pero en ese momento se reprodujo el dolor de ayer en el mu
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