Fin. Última etapa del camino. Día decisivo. Tenía que preguntar a mi pierna y dijo con claridad que no. Aguantó sin excesivo dolor unos 10, 12 km. Incluso entonces, después de un descanso..., más o menos. Pero los descensos dan mucha caña a la lesión, así que llegué casi cojeando al pueblo, y ese no es el plan. El paisaje cambió por fin. Estamos acercándonos a Galicia, y eso se nota en lo verde. Además, más aldeas, que aunque sin serviciós, te ofrecen la oportunidad de sus gentes. Mi deseo y mi empeño fue y es seguir en el camino, y voy a seguir en ello. Estoy en el Sanabrés después de concluir la Vía de la Plata. Los contratiempos solo son parte del proceso, no el fin del mismo. No diré que no me voy con pena, porque no diría la verdad, pero el saco de experiencias es muy abultado, y me queda para mi. El año que viene, más. Mer sigue. Es valiente y sé que, como yo, se ha enganchado a esta manera marciana de vivir el verano. Animó, amiga!!! Buen cami
"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida". Miguel de Cervantes Saavedra