Día realmente duro. Yo me desperté a las 6.30, que miré el reloj, pero fui al baño y seguí dormitando un rato. Total que salimos a eso de las 8 del albergue. Cruzamos la avenida por el paso subterráneo y empezamos a callejear para abandonar Viana do Castelo rumbo a Caminha. En la app de Carlos decía 24 km; en la mía, 26.5; y resultaron ser casi 30. Lo primero, un café con leche y algo para comer. Los dulces aquí merecen mención especial ¡Qué cosa tan rica! Hoy no podía se menos... Ya con esa energía, el Camino parecía coser y cantar. Y salimos poco a poco de la ciudad asistiendo al despertar de la misma y con ganas de ver cuál iba hoy a ser la sorpresa diaria del Camino. Y El Camino discurre por donde seguramente no va a volver a pisar. Intento retener la esencia. El camino se fue haciendo vereda y discurrió por un bosque. Pasamos po
"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida". Miguel de Cervantes Saavedra