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Mostrando entradas de septiembre, 2022

Viana do Castelo-Caminha (casi 30 km)

Día realmente duro.  Yo me desperté a las 6.30, que miré el reloj, pero fui al baño y seguí dormitando un rato. Total que salimos a eso de las 8 del albergue. Cruzamos la avenida por el paso subterráneo y empezamos a callejear para abandonar Viana do Castelo rumbo a Caminha. En la app de Carlos decía 24 km; en la mía, 26.5; y resultaron ser casi 30. Lo primero, un café con leche y algo para comer. Los dulces aquí merecen mención especial ¡Qué cosa tan rica! Hoy no podía se menos... Ya con esa energía, el Camino parecía coser y cantar. Y salimos poco a poco de la ciudad asistiendo al despertar de la misma y con ganas de ver cuál iba hoy a ser la sorpresa diaria del Camino.  Y El Camino discurre por donde seguramente no va a volver a pisar. Intento retener la esencia.  El camino se fue haciendo vereda y discurrió por un bosque. Pasamos po

Marinhas-Viana do Castelo (21 km)

La mañana empezó lluviosa, por lo que no nos dimos prisa en levantarnos para empezar a caminar. De hecho cayó un aguacero poco alentador sobre las 8 de la mañana, mientras tomaba un cortado en la cocina del albergue. Lo peor pasó pronto y  aunque no escampó del todo, nos atrevimos a empezar el Camino con una lluvia fina, similar a la de ayer. Definitivamente, el Camino ya discurría por el interior,  aunque alguna vez que otra se vislumbraba el mar en la lejanía. Y después de un tentempié mañanero, y tras pasar algún barrio pintoresco, nos vimos, casi sin darnos cuenta, atravesando un bosque por la ribera de algún río cuyo nombre no sé. ⁹ Salimos del bosque por una empinada cuesta que nos llevó a la iglesia más importante del Camino Portugués, según nos informó un ciclista que pasaba por allí.